La Sacerdotisa
No le gusta hablar porque sí…
No gasta energía en lo que no vibra.
Ella observa, siente y, cuando habla, es porque lo que tiene para decir… transforma.
Es de esas almas que primero se sanan a sí mismas, no por egoísmo, sino porque saben que nadie puede acompañar desde la carencia. Ella aprendió a ir profundo, a enfrentar su sombra, a mirar sus dolores con ojos de compasión y a abrazar todo lo que es.
Sabe que cada emoción es información, que cada cuerpo tiene su lenguaje, y que la energía… nunca miente.
Por eso estudia, canaliza y practica.
Porque en su mundo, cada técnica es una llave, y cada piedra, una aliada.
Su favorita es la labradorita, esa que guarda un corazón brillante como ella, porque entiende que dentro de las piedras también habita el bosque, y dentro del bosque… habita ella.
No todos entienden su mundo. Y no le molesta.
Porque quienes resuenan, la reconocen al instante.
Es una bruja antigua en cuerpo nuevo.
Una que no se pierde en palabras vacías ni en sonrisas por compromiso.
Ella viene a despertar. A recordar. A abrir portales.
Si llegó a tu vida, es porque hay algo en vos listo para ser activado.
Y ella… va a ayudarte a encontrarlo